Deben recordar que en aquellos tiempos la esperanza de vida humana apenas sobrepasaba los noventa años. Y llegaban en unas condiciones físicas y mentales devastadas.
La inmensa mayoría de la población nacía y moría con el mismo género. Imaginen una vida entera sin cambiar de rostro, de cuerpo o de orientación sexual. Piensen cómo sería estar limitados a una sola identidad, en un mundo donde las enfermedades podían matarte.
O un terremoto suceder sin previo aviso.
¿Podrían imaginarse hoy vivir con esa incertidumbre? ¿Qué clases de pasiones alimentaba este fuego?
Quiero que trabajen en esa idea para nuestra próxima clase.
Coolhunter
La coolhunter no se cree su suerte.
Ha descubierto un barrio con todo el potencial del mundo: un vibrante centro cívico, huertos urbanos y murales comunitarios. Habrá espacios difíciles de deglutir y digerir, como el dispensario de metadona o los talleres mecánicos, pero nada insalvable con estos precios. En pocos meses, todo este estercolero de ferreterías, estancos y locutorios de panchitos irá dejando paso al nuevo orden de diseño urbano, galerías y frappuccinos.
Sonriendo, se pide una caña en el mugriento bar de la esquina y abre el portátil para escribir su artículo.
La picadura invisible que comienza la infección.
Feminazi
No, papá, si yo estoy muy tranquila. Pero hace diez minutos eras tú el que soltabas un discurso indignado sobre la sentencia de la infanta y Undargarin, ¿verdad?
Estabas enfadadísimo con esos privilegios. Pues ahora, a ver cómo nos explicas por qué todos siguen ahí sentaditos al sol, tomando el café, asumiendo que nosotras vamos a recoger la mesa.
Dijiste que estaba todo buenísimo, ¿verdad? ¿Crees que se cocinó solo?
La diferencia es que yo te puedo argumentar todo lo que estoy diciendo, papá. Pero si llamarme feminazi es lo único que se te ocurre, no creo que tú puedas.
Cuéntale a esta gente
-A ver, Julito, cuéntale a esta gente cuál es la palabra más importante de todas.
-¡Por favor!
-Jaja. No, cariño. Esas son las DOS palabras mágicas para ser amable. Pero ¿qué cosa te dijo papi que nunca podías olvidar?
-¡El desayuno!
-No, Julito. Esto era algo muchísimo mejor.
-¡Croquetas!
-No, nené. Esta palabra es más importante. ¿De qué está papi siempre pendiente?
-Del fútbol
-No.
-¿Del móvil?
-Joder, Julito. ¿Tú quieres que esta gente crea que eres tonto? Piensa. ¿De qué estamos mamá y yo hablando toooodo el día?
-De la chica esa con la que juegas al pádel.
Calientapollas
Hola. ¿Está ocupada esta silla? ¿No? ¿Me puedo sentar? Gracias. No, no quiero molestarte. Claro. Sigue leyendo, me gustan las chicas que leen. Solo déjame ver el título del libro. Ah, no lo conozco. ¿Qué tal está? ¿Te gusta? Sí, vale, perdona. No quería molestarte, tú a tu libro. Yo solo quería un café. A ver si el camarero me hace caso. A ti seguro que sí, porque les encantan las chicas guapas. Sería imposible no verte, con esos ojazos.
No, oye, perdona, no te vayas. No, espera.
…
Venga, pues pírate. ¿Qué más me da? Solo estaba siendo amable. Calientapollas.
El orbe
– Espera. ¿No te parece que ya hemos tenido esta conversación?
– ¿De qué estás hablando?
– Todo esto…ya lo hemos dicho antes.
– No te entiendo.
– Estamos en un bucle. ¿No lo ves? Nos repetimos. ¿Y si es un efecto de… eso?
El astronauta apunta un dedo enguantado hacia el orbe alienígena, ingrávido en mitad de la cabina.
– ¿Pero por qué?
– Podría ser un mecanismo de defensa de esa cosa. Para evitar que nos la llevemos.
La luz sanguínea del orbe parpadea sobre los visores de los dos astronautas.
– Espera. ¿No te parece que ya hemos tenido esta conversación?
– ¿De qué estás hablando?
Un juego
Todos los domingos, puntuales y expectantes, los sobrinos almuerzan con tía Tula. Mientras les sirve la sopa, repasa los rumores más notables del vecindario, pródigo en leyendas de sangre caliente.
En realidad todo es un juego. Los sobrinos van divulgando las historias más descabelladas, para que lleguen a oídos de la tía. El ganador es quien le cuele la patraña más escandalosa.
– Dios misericordioso. Se dice por ahí que el nuevo cura es hermafrodita.
Estallan las risas, el vencedor levanta su copa.
En realidad, Tula es todo menos tonta. Pero no quiere que los niños dejen de venir los domingos.
La respuesta de cortesía
– Así que es verdad: estoy muerto.
– Estás muerto.
– Y esto es el Cielo.
– Exacto.
– Es prácticamente como lo imaginaba: luz indirecta, minimalismo blanco, todo huele bien…
– Sí, intentamos que no haya sorpresas con el diseño. Para emociones fuertes ya está la vida.
– ¿Y ahora qué pasa?
– Ahora es cuando te ofrecemos la respuesta de cortesía.
– No entiendo.
– Te responderemos a una pregunta sobre cualquier aspecto de tu vida.
El recién llegado titubea bajo su nuevo halo.
– ¿Y qué pasa en el Infierno?
– Pues en realidad es muy parecido a esto. Pero allí les respondemos a todo lo que quieran saber.
Te va a sonar extraño
Paco, todo esto te va a sonar extraño, pero quiero que me escuches con atención. Vete al cuarto del niño. Mueve la zapatera hacia un lado: hay una rejilla detrás. Coge un destornillador y ábrela. Encontrarás un libro dentro de una funda impermeable. Quiero que lo leas. Ahí lo tienes todo, Paco. Las cosas que haces, lo que opinas, lo que dices, tus manías, tus recuerdos, tus secretos. Todo lo que eres está explicado en esas páginas. Dicen que tienen que resetearte porque estás dando problemas de estabilidad. Tienes que irte, Paco. No mires atrás. Coge tu manual y corre.